Tras la marcha realizada por los trabajadores de la actividad hípica, el Hipódromo de La Plata recuperó la operación del servicio informático y el martes 1 de febrero volvería a haber carreras. La intención era tomar anotaciones durante ayer martes y hoy miércoles para publicar los programas mañana jueves por la noche.  

La movilización tuvo una primera parada en la Lotería de la provincia de Buenos Aires, donde se presentó un petitorio por Secretaría dado que ni el presidente Omar Galdurralde, ni el Director de Hipódromos, Cristián Segal, se encontraban en el edificio.

Luego  continuó hasta la Gobernación donde tampoco había autoridades dispuestas a recibir a los referentes y se repitió la entrega del texto en Mesa de Entradas. 

Pocas horas después de finalizada, autoridades del hipódromo platense comunicaron la normalización del sistema informático que permitía reanudar la operación.  

Durante toda la jornada circuló el rumor de la renuncia del Administrador, Pablo Oriolo, que al parecer fue declarada en forma verbal pero no oficializada, al menos hasta el cierre de esta edición.

Pero no alcanza con la salida de un funcionario cuyas facultades estaban absolutamente acotadas y su poder apenas se remitía a firmar algunas partidas presupuestarias de modo interno.

El problema es estructural. Nació cuando la ex gobernadora María Eugenia Vidal decidió que el dinero del Fondo de Incentivo sea girado al Ministerio de Economía en lugar de a la Lotería de la provincia de Buenos Aires. Con la plata en sus cuentas, Vidal luego avanzó con el proyecto legislativo para eliminarlo. En ese momento, la actividad  perdió el manejo de los fondos que le corresponden, los que pasaron a manos del grisaseo poder político.

Para no caer en incumplimientos con la ley, el Estado provincial giró el dinero destinado a los premios y cumplió con las obligaciones impuestas por la norma a una entidad privada como el Jockey Club, de allí que el circo del Norte tenga su partida para operar.

Pero se comportó de manera absolutamente distinta con el Hipódromo  de La Plata, dado que al ser un apéndice más del Estado bonaerense el dinero comenzó a transitar por los turbios pasillos de la administración pública. 

Por tanto fue acertado el planteo de realizar una marcha a la gobernación. Ahora viene la segunda parte: no alcanza con un cambio de autoridades hay que exigir el cambio de política. Oriolo o quien sea nunca podrá llevar adelante ninguna gestión si no tiene los fondos que le corresponden.

En esta edición publicamos el balance final de 2021 de la relación entre ingreso de fondos por slots y pago de premios. Y cabe una buena apreciación realizada en las redes sociales por el propietario Marcelo Sarkis. De las planillas surge que al Hipódromo de La Plata le correspondieron $468.876.733,87, de los cuáles fueron pagados por todo concepto como premios $312.405.604,88. De aquí surge una primera deuda a premios de $13.593.392 durante 2021. Pero aún falta la segunda parte, ¿Adónde fueron los $150 millones correspondientes a la operación del hipódromo? ¿Y el resto que le corresponde por las recaudaciones? ¿Cómo se imputa ese dinero? ¿Pago de salarios? ¿Mantenimiento general? ¿Servicios? ¿Fue a otros gastos generales de la provincia? ¿Dónde está esa liquidación?... Tal vez es por ello que nunca se haya creado la Comisión de Seguimiento de la ley. A casi todos les conviene que no haya transparencia.   

Dada esta situación es que el problema del Hipódromo de La Plata no se circunscribe a un problema sólo de Administración. La responsabilidad política apunta directo al gobernador Axel Kicillof, quien no puede alegar desconocimiento de cómo se está manejando el dinero que entra a su Tesoro y que debiera salir inmediatamente para la Lotería y el hipódromo.

El problema con el sistema informático es la punta del iceberg de un entramado mucho más complejo con demasiados intereses cruzados que ahora eclosionó. Sindicatos, empresas internas con contratos extraños, plantilla de empleados plagada de ñoquis… etc, etc, etc..

Segal admitió en diálogo con REVISTA PALERMO que el sistema fue bajado por la empresa proveedora del servicio por falta de pago pero afirmó que está siendo víctima de una “extorsión”.

“La última factura que recibimos por el servicio informático es de una empresa diferente a la que lo venía haciendo y allí figuran ex funcionarios con lo cual no podemos pagarla porque incurriríamos en un delito”, explicó.

Por la forma en la que escaló el conflicto es difícil creer que una diferencia en la facturación sea el problema de fondo. De repente y sin una explicación oficial todo se solucionó.

Oriolo dejará su cargo y será ocupado por alguna otra persona que venga a cumplir el rol político que se pretende de ese lugar. 

Es una situación lamentable que de no modificarse deja al hipódromo de La Plata más cerca del cierre que de su resurrección.