Actualidad
Tetaze transformó en fortaleza lo que parecía una debilidad
Con su mejor receta, la de correr en la punta, el de Juan Antonio fue inalcanzable en los 2200 metros del Casey (G2). 
Hector Torres
14/10/2019
Revista Palermo
Prueba superada para Tetaze. Porque donde la gran mayoría parecía ver una debilidad en el potrillo de Juan Antonio, en su primera presentación fuera de la milla, nada menos que en los 2200 metros del Clásico Eduardo Casey (G2), además la antesala del Gran Premio Nacional (G1), terminó convirtiéndose en una fortaleza para el hijo de Equal Stripes que entrena Juan Franco Saldivia.
Porque en dos de las tres carreras que había corrido hasta este compromiso el ejemplar criado por Bioart S. A. había dado muestras de tratarse de un ejemplar más afecto a correr en el fuego que de hacerlo contemplado, y en esa característica veían la mayor contra en, ésta, su primera presentación sobre 22 cuadras.
Pero en carrera Tetaze dio por tierra con todas las presunciones. Acertaron sí quienes lo veían corriendo adelante, pero lo que no tuvieron en cuenta es que el potrillo se iba a aguantar como lo hizo, y esto más allá de Gustavo Calvente, su jockey, que manejó el tren de carrera con un ritmo a su antojo, sino además de que iba a rematar su faena como lo hizo el ejemplar propiedad de Roberto Vignati, ganándole por 5 cuerpos a Enfermizo Paradiso y guardando hilo en el carretel para lo que vendrá.
Y lo que vendrá para el ganador del Casey no es otra carrera que el Gran Premio Nacional (G1), nada menos que el Derby argentino, cotejo para el que a partir de esta conquista en la cual demostró que la distancia no lo apuna, el potrillo pasó de "punto" a "banca".  
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