El representante de Rubio B. presentado por Juan Ignacio Etchechoury y entrenado por su padre Juan Carlos, terminó convirtiéndose en el malo de una película que en la previa tenía como protagonista excluyente al invicto Fanta City, que reaparecía tras 4 meses y con la mira puesta en el Gran Premio José Pedro Ramírez (G1) del 6 de enero en Maroñas, Uruguay.

Y no le regalaron nada al hijo de Violence al que Brian Enrique -el piloto santafesino alcanzó su quinta victoria de la fecha- puso a beber vientos desde el vamos, regulando el tren de carrera. Antes de entrar al codo el gran favorito le metió presión al puntero, una presión que se intensificó en la recta, cuando el por primera vez conducido por Juan Noriega intentó quebrar al valiente vanguardista.

Pero no hubo caso, Malefico resistió contra viento y marea, y en el final frenó a un Brullemail que reaccionó y lo derrotó por 1/2 pescuezo y tras 2'36''30c. para los 2500 sobre la pista de arena. Mientras que de tanto intentar ganar, Fanta City terminó perdiendo el puesto de escolta y poniendo un signo de interrogación a su viaje del otro lado del charco.