Con protagonismo excluyente desde la suelta, Balsamic y Galan Gales se robaron la atención del público de principio a fin. Y en especial en esa recta final larga de Palermo en la cual los dos galopadores dejaron el alma sobre la arena en pos de un espectáculo maravilloso. Para una definición de esas con las que los aficionados se reconcilian con las carreras.

Wilson Moreyra y Juan Cruz Villagra no escatimaron rigor hasta el disco, y hasta hubo roces entre los representantes de S. De B. y J. C. V., pero por supuesto que nada de eso empañó una definición soñada en la previa y la cual finalmente se corporizó en la pista

Llegaron pegados como tapa de alfajor Balsamic y Galan Gales, pero una bandera verde que duró lo que un suspiro determinó que el hijo de Equal Stripes había superado por el hocico al descendiente de Expressive Halo.

Con la segunda victoria gradual sobre 2500 metros de la temporada -en junio había ganado el Belgrano (G2)-, la cuarta clásica y la octava por total, Balsamic ratificó su generosidad. En tanto que Galan Gales demostró que puede ser un gran protagonista aún en la derrota. Los aplausos, por supuesto, fueron para ambos por todo lo que dejaron en cancha.