No había sido malo el año de Hit Tifón (Hit It A Bomb), que en cuatro salidas a pista, todas ellas dentro del terreno jerárquico, no había bajado del cuarto puesto. Pero al vencedor del Clásico Polla de Potrillos (G3-1600 metros) de 2021 le faltaba reencontrarse con la victoria.

No había cruzado delante del resto desde aquel 7 de junio de 2022 cuando, sobre los 1400 metros de esta pista, en la que desarrolló casi toda su campaña, se llevó el Clásico Ignacio Correas, ocasión en la que relegó al eterno Expressive Smart (Expressive Halo), esa vez sobre 1400 metros.

La anemia de triunfos era importante, más allá de que solo una vez había bajado del cuarto escalón del marcador desde aquella oportunidad. Claro que el tiempo pasaba y esa ansiada octava alegría no llegaba. Pero esa mala racha se acabó.

Fue en el Especial Vitelio, en el que el pupilo de Abel Saavedra volvió a enamorar a la chapa más alta del marcador. Vino  expectante, aunque no lejos, y a poco de ingresar a la recta le dio caza al puntero Yacaerán (Santillano) al que en el disco superó por tres cuartos de cuerpo en 1’4”52/100 para los 1100 metros.

Fue un desahogo para la gente de la caballeriza El Establo, que ya quería disfrutar un nuevo momento de gloria junto al criado en el Haras Firmamento. Y lo hizo junto a Walter Aguirre, el jinete que había conducido al nieto de Numerous a su primera victoria en el debut y nunca más lo había montado.