Quienes compraron la edición de hoy de nuestra Palermo Blanca se han encontrado con que la tapa y sus publicidades están impresas a 4 colores, pero en papel diario, como las Rosa y Azul. 

La decisión de salir de esta manera y no en papel ilustración, como siempre, responde ni más ni menos que a la urgencia económica en la que nos encontramos, en general por una economía sin rumbo y, en particular, por una industria donde sus actores principales se muestran indiferentes ante la posibilidad de que él único medio de comunicación y proveedor de información para apuestas del país, esté literalmente en zona de riesgo.

Durante los últimos años hemos sido testigos de cómo los hipódromos, en mayor o menor medida, se consideran autosuficientes a la hora de difundir sus actividades porque tienen muchos seguidores en sus redes sociales o visitas en sus sitios web. De esa concepción errónea nace la creencia de que nos “ayudan” o “colaboran” con una pauta publicitaria irrisoria, atada a sus necesidades. La caridad tiene sus reglas.

Pero resulta que los generadores de contenidos como ellos, no pueden ser medios de comunicación, ni proveedores de servicio de información para apuestas. Es incompatible. Como tampoco se puede apostar sin información para hacerlo. Porque el burrero juega a conciencia, habiendo estudiado y para eso necesita Revista Palermo. Y hacerla demanda el trabajo cotidiano de cronometristas, periodistas, diseñadores, data entrys, programadores, administrativos y distribuidores, entre otros. Luego de haberla estudiado, el jugador dejará su apuesta en el hipódromo de turno. 

Pero nada de esto parece importarles a los ejecutivos de los hipódromos que solo repiten como un mantra que el turf “es deficitario” y que la solución está en el recambio generacional, sin entender que la dinámica de las carreras no es comparable con la de otras unidades de negocio. 

A nuestros lectores: hacemos todo lo posible para seguir saliendo, pero sepan que no la tenemos fácil y la viralización ilegal no ayuda.  A los directivos de nuestra actividad: Revista Palermo no vive de pautas publicitarias. Somos un proveedor de servicios de información, y como todo servicio tiene un costo. El que corresponde.