Finalmente no fue un exceso de confianza de parte de su entorno sino más bien un producto del convencimiento de que si Aires De Gloria, el crédito de la caballeriza La Familia Ingalls que es entrenado por su propietario Maximiliano Quiroga, estaba anotado en el Clásico Prensa Hípica (L), era porque el hijo de Angiolo podía ganarlo.

Y así fue nomás, porque mediante efectivo avance final el zaino terminó alcanzando su primer éxito jerárquico al postergar tras breve bandera verde y por el hocico a Príncipe Soñado, que compartió el favoritismo con Maldito Sea que terminó cuarto por detrás de En Un Rincón que tras correr en el fuego ocupó el tercer escalón del podio.

Para que Aires De Gloria pudiera corporizar su triunfo más relevante, contó con un jockey clásico en su montura como Gustavo Calvente, quien puso todo su talento al servicio de una definición en la que, además, no debió escatimar rigor para frenar por corto margen a un rival que vino a ganarle.

Tras este éxito de Aires De Gloria, nació una nueva figura para las carreras de corto recorrido. Será el propio criado por El Paraíso el que "diga" hasta dónde será capaz de llegar.