Una verdadera máquina de correr volvió a ser Amor de Contramano (Gouverneur Morris), que, tras el traspié sufrido en el GP Estrellas Juvenile (G1), este sábado brindó una exhibición en el Clásico Miguel Cané (G2-1600 metros) y ratificó que es el mejor potrillo de su generación, al menos en la pista de arena del Hipódromo Argentino de Palermo. 

El tordillo orientado por Juan Franco Saldivia salió a mostrar el camino de movida, acosado desde el vamos por el perdedor Hi Scottish (Hi Happy), pero esta vez no paró hasta el disco, mostrando gran solvencia en la recta. 

En la línea de sentencia el criado conjuntamente por los Haras La Pasión y Ojos Claros estableció seis cuerpos de ventaja sobre Liberto (Hurricane Cat), que vino cerca siempre pero no pudo seguirle el ritmo al conducido por William Pereyra. Tercero, a la cabeza, llegó Gardel Pass (Distinctiv Passion) al cabo de 1'35"21/100.

Fue la tercera victoria en cinco salidas a pista para el defensor de la chaquetilla del stud Las Canarias, la segunda en el plano mejor rentado tras haberse adjudicado, también por demolición, el Gran Premio Montevideo (G1-1500 metros).

Apunta directamente al Gran Premio Polla de Potrillos (G1-1600 metros) y por el modo en que impuso condiciones en esta oportunidad, no parece tener contras para llevarse el primer pase de la Triple Corona.