La reservada
de San Benito atropelló con éxito para titularse con su primer G1.
El Gran
Premio Enrique Acebal reunió en partidores a una nómina competitiva de
potrancas, de la que la descendiente de Il Campione sacó la mejor parte para
mostrar tremenda imagen y acabar con las pretensiones de sus rivales, recuperándose
en muy buena performance tras cerrar la marcha en el Clásico Federico De Alvear
(G2).
Brian
Enrique fue el encargado de orientar al disco a la pensionista de Carlos Daniel
Etchechoury, que al momento de ordenarse la largada aceleró para moverse en el
fuego, siendo serenada por su piloto para relajarse por detrás de la velocidad
y progresar de manera paulatina para asomar en la recta final, cuando el “Picante”
le buscó libertad para lanzarse con firmeza. Dominó al promediar los 400 y se sostuvo
así hasta el disco, ampliando ¾ cuerpo de diferencia sobre Carmensita, que
también corrió bárbaro.
De esta
manera, la nieta de Orpen completó el segundo logro de su campaña luego de
cuatro intervenciones, sacando las garras para surgir como una de las figuras
referenciales en el pasto y proyectarse hacia la Copa de Plata (G1).
El de Macul
protagonizó en un desenlace vistoso que lo dejó listo para la máxima cita
nacional.
En emocionante
definición, el de San Isidoro marcó la pauta para abrir la programación clásica
norteña.