Tras dos victorias al hilo sobre la grama norteña, Ya Te Muestro había tenido un gran bautismo de fuego clásico sobre esa misma superficie y al completar el podio detrás de Jolly Good y Light Blue Fantasy. Además de su capacidad para las pruebas de largo aliento, el Van Nistelrooy había demostrado aquella tarde de diciembre de que está hecho de madera jerárquica.

Y todo eso volvió a ratificarlo esta vez y al graduarse de ganador jerárquico, y apelando incluso a una garra que no había necesitado utilizar para sus anteriores conquistas. Se sabe, a mayor exigencia mayor nivel de entrega.

Y vaya que se entregó Ya Te Muestro durante prácticamente toda la recta final. Esa en la que tras dominar no bien dejaron el codo atrás, tuvo el asedio de un Springtime, caballo fogueado, que surgió con intenciones de ganarle. Pero el zaino respondió al rigor de William Pereyra (su colega Cristian Velázquez no le escatimó el suyo al de Ni Manor) y en el final conservó la cabeza de ventaja sobre su obstinado rival.

Ahora con el título de ganador clásico "bajo el brazo", Ya Te Muestro tiene un largo e interesante camino por recorrer.