Dicha carrera marcó el regreso a las competencias dos meses después de la consagración del hijo de Sebi Halo (padrillo generoso como pocos) al ganar el Gran Premio Félix de  Alzaga Unzué (G1) la tarde del Carlos Pellegrini en la que el brasileños Nao Da Mais nos dejó con el grito atragantado.

Conducido por el mismo piloto de aquella tarde de gloria, William Pereyra, el zaino entrenado en Venado Tuerto por don Angel Bonetto y sus hijos dejó que Red Surge hiciera el gasto mientras se iba acomodando de a poco. Por los 400 Pereyra lo llamó a la realidad al de stud Fredi y en los 300 ya estaba al frente, para a partir de allí comenzar a distanciarse del resto.

Con 3 1/2 cuerpos de diferencia y en notables 54''61c. cruzó su segunda meta gradual Springdom, mientras que la emoción quedó para el segundo lugar, el que finalmente y después de haber hecho el gasto adelante quedó en poder de Red Surge, que por ventaja mínima dejó en el tercer escalón del podio a Delopecito, también de gran tarea.