A los 6 años, la representante del Haras Don Florentino se quedó con el Hándicap Mat Boy en la que fue la mejor victoria de su campaña.

Tardó, pero finalmente llegó la primera victoria en el terreno jerárquico para Sisterhood (Que Vida Buena), que a los 6 años se floreó en la recta de césped del Hipódromo de San Isidro al adjudicarse el Hándicap Mat Boy, disputado sobre el kilómetro en honor a uno de los mejores caballos de la hípica nacional que brilló en los '80, tanto aquí como en Estados Unidos.

Gonzalo Borda la puso tercera cuando se formalizó la carrera y por los 700 debió corregir un poco su línea hacia adentro cuando la puntera Decímelo al Oído (Decilo) se abrió a media cancha seguida por Jadot (Strategic Prince).

Siempre cómoda, la representante del Haras Don Fiorentino se fue arrimando a la punta por dentro y dominó con claridad en los 400, para de ahí en más estirar diferencias sobre sus rivales, llegando a la línea de sentencia con tres cuerpos de ventaja sobre Clara Bomba (Claro Oscuro), que atropelló desde mitad de lote, al cabo de 54”90/100, un tiempazo.

Sexto disco triunfal para la pupila de César Peralta, tercero en esta temporada y primero dentro del terreno mejor rentado. Demoró en llegar más de la cuenta, considerando que había generado expectativas al debutar ganando a fines de 2020 con los colores del stud Dos Pasiones.

Pero todo llega para los ejemplares de calidad como la que mostró en la mayor parte de su campaña la nieta de Forest Wildcat.